domingo, 28 de abril de 2013
XII. Contests.
Coincidiendo con que ayer fue la final del último concurso de Dj's al que me presentaba, escribiré todo lo que he visto y aprendido en este tipo de fiestas.
Quedé tercero en el concurso de Íscar. En primer lugar, dar las gracias a todos los que fuisteis ayer y a los que habéis ido a los demás concursos (Tudela, Bitácora y Campaspero), este ya era el último, ya no os la pego más :)
Me he apuntado a cuatro y he llegado a la final en todos (orgulloso estoy), sin ganar ninguna eso sí (Robben). Como dice el Pep, necesito rellenarme.
Al principio, yo me apuntaba a estos concursos con la idea de ganar, de poner toda la música que tenía y a la que había echado tantas horas y que no siempre se puede poner. Los premios son suculentos, no seamos hipócritas, un poco de pasta + algunas fechas en el local del concurso, no está nada mal. Por lo general, el método para pasar de ronda es ganarte el beneficio del público y del jurado, es decir, convencer a cuantos más amigos mejor para que te vayan a ver y se dejen la propina en copas (votos) y agradar al jurado (pinchando bien, controlando la sesión, el ambiente y poniendo "buena música"). Pero el fallo está en el propio sistema, porque en algunos concursos pesa más la valoración del jurado que los votos del público y en otros es al revés.
Y claro, hay Dj's que son capaces de llevar 30 o 40 personas a un concurso. Si coincide que en ese, el valor del voto del público es superior al del jurado, estás perdido. O sea, que como se puede ver, en este caso la "buena música" tiene poca importancia, aunque desde el punto de vista del negocio en sí, es la mejor alternativa.
Sin embargo, también esta la otra opción, en la que el jurado tiene mayor poder. A priori parece el método más justo, porque se supone que un profesional juzgará tus habilidades y dará su opinión sobre quién merece ser ganador. Pero claro, aquí intervienen las comillas que he puesto en "buena música". Realmente, cada uno tiene sus gustos y lo que para uno es un temazo, para otro es una puta mierda. Es decir, el sistema sigue siendo totalmente subjetivo, ya puedes poner el tech más underground, que si
el/los miembros del jurado son fans de Avicii, te vuelves en el coche para casa con medio depósito de gasolina menos y con tus amigos con los bolsillos vacíos en vano.
Una vez perdí mi primera final y me di cuenta de todo este percal, decidí apuntarme a otros 3 concursos, uno de ellos en casa, en Tudela. El objetivo principal ya no era ganar, sino conocer nuevos garitos y si mis temas "pegaban" en alguno, pues mejor. El caso es que ya tenía claro que ganar algo iba a ser casi imposible. Por suerte, he conocido a grandes Dj's y gente muy sana en los sitios donde he estado, incluso gente con gustos y forma de pensar muy parecida a la mía. De hecho, una de estas personas me dijo:
"No me gusta nada esto de los concursos, no creo que la música sea algo con lo que demostrar superioridad ni rivalizar con nadie..."
Creo que tenía y tiene bastante razón, así que últimamente, como estaba un poco desencantado con el tema, he hecho algunas pruebas en las rondas de los concursos. Los que me conocen, saben que el top100 del Beatport me suele dar bastante repelús, que no me gusta NADA lo comercial y que temas de hace 6 meses ya me parecen antiguos e incluso pasados de moda (salvo excepciones). De ahí que flipe un poquito cuando existen ganadores cuyas sesiones son un 60 - 70% temas de más de 1 o 2 años de antigüedad. Pero a lo que íbamos, resulta que estando en el conservatorio, nos mandaron componer algo breve en una asignatura y un compañero mío, viendo que el profesor iba de sobrado, decidió copiar un fragmento de una obra de Mozart poco conocida. Le pusieron un 5 raspado, de risa. Pues bueno, yo durante estas rondas he hecho algo parecido, aproximadamente el 70% de los temas que he utilizado los han puesto y ponen los más grandes (para mi y otros tantos miles de personas, claro) del mundillo este electrónico. Ni con esas, el jurado / público ha creído conveniente que mi música era "la mejor" así que se podría decir que también le han puesto un 5 a Loco, por ejemplo.
A pesar de todo, ha sido una buena experiencia. Yo mismo también he sido beneficiado por el sistema, creo que ha habido veces que no he merecido ni llegar a la final y sin embargo he llegado, así como también creo que ha habido alguna final en la que yo merecía ganar y por una razón o por otra (bastante discutibles) no ha sido así.
Así que yo desde aquí, animo a los que os guste el tema y leáis esto a apuntaros a los concursos, pero ya sabéis que a pesar de que le echéis mil horas, tengáis canciones que posiblemente nadie más tenga y las mezcléis bien, eso no os va a servir de nada si no lo hacéis todo perfecto, tenéis la suerte de compartir gustos con el jurado y tenéis un muy buen puñado de amigos dispuestos a gastarse mucha pasta en vo(so)t(r)os. Lo importante es conocer gente nueva y aprender de los demás, para bien y para mal. Siempre hay alguien al que le va a gustar lo que hagas y si un día se encuentra contigo por la calle, te llamará por tu nombre y te dirá:
"Eh! eres una máquina, aunque no ganases!"
Para terminar, dar la enhorabuena a los ganadores de los 4 concursos en los que he llegado a la final: BLK, Diego Martín, David Rumba y C. Villalba, si no me equivoco.
Y añado; no he ganado nada, ningún jurado "especializado" ha apostado por mi, pero la mejor sensación de todas es la que sientes cuando el mejor Dj que hay en esta ciudad, confía en ti para suplirle. Eso no hay concurso que lo supere.
jueves, 25 de abril de 2013
XI. GD Please.
Hoy hablaré de la principal herramienta de publicidad que tiene la música electrónica, más alla de vídeos promocionales, aftermovies o anuncios de radio: los flyers y los carteles.
Un flyer no es más que un folleto de tamaño reducido que ofrece la información correspondiente a un evento, en nuestro caso de algún club, bar, discoteca o rave. Suele pasar de mano en mano con el objetivo de hacer llegar al público de manera más personal lo relativo a la fiesta en cuestión. En muchas ocasiones, el flyer suele ser la versión "pequeña" del cartel principal.
Por otro lado, tenemos los carteles, los típicos que se pegan en vallas publicitarias, o en las paredes de los edificios. En ellos aparece toda la información referente al evento: local, horario, artistas, situación... etc.
Ej:
Pero esto básicamente ya lo sabemos todos, a lo que yo voy es a la estética de este tipo publicidad, al diseño gráfico. En primer lugar dejo claro que no pretendo criticar a nadie en particular, ni menospreciar su trabajo de promoción, porque todo el mundo se currará como buenamente pueda su cartelería. Lógicamente, a muchos les importará una mierda, porque lo importarse es enterarse de quién pincha, cuándo y dónde y da lo mismo si el cartel es una basura, y puede que no les falte razón. Pero a mí (y a más gente, supongo) me encanta ver carteles bien hechos, con trabajo detrás de ellos y que alegran un poco la vista del observador.
En este mundillo, como en todos, hay cientos de clichés y por eso, cuando veo carteles que no tienen unos simples altavoces con un skyline y alguna frase en Comic Sans, se me saltan las lágrimas. La verdad es que si no hubiese tenido asignaturas que me hablasen del tema, posiblemente también me daría igual este asunto, pero no es así. Actualmente está de moda incluir en los flyers frases en Inglés, con el riesgo que conlleva cagarla gravemente si no conoces (aunque sea un poco hombre) el idioma. También es bastante recurrente el hecho de cambiar de tipografía 2348635 veces en el mismo cartel, cosa que para mi gusto (y el de mis profesores jaja) es horrible. Por no hablar de siluetas mal recortadas o letras que se confunden con el fondo.
Sin embargo, aquí en Pucela y alrededores conozco a un par de personas o tres que son verdaderos artistas. Consiguen, mediante sus carteles y flyers, mejorar enormemente la imagen del negocio que se publicita y -¿por qué no?- aumentar el deseo de acudir al evento representado. Utilizan tipografías legibles, claras, son originales con los eslóganes y con las imágenes o figuras que aparecen, evitan caer en topicazos y dejan en buen lugar a su cliente. Esto tiene sus horas de trabajo y no es tan fácil como parece. Por eso en mi opinión, habla mucho y bien de un club que no sólo invierte en música y rrpp, sino que también lo hace en diseño. Obviamente, cada uno tendrá sus gustos y puede que lo que para mí es una obra de arte, para otro sea un papelito cutre.
Ahí va un ejemplo reciente de un cartelazo (para mí, coño):
Y no es peloteo, que seguro que hay algún sagaz que lo piensa. Este flyer / cartel está hecho para dos fiestas, utilizando el recurso de una hoja que se puede arrancar, se puede dividir el cartel completo en dos más pequeños, uno para cada evento. A parte de esta originalidad, se usan pocos colores, lo que es un punto a favor. Las tipografías utilizadas son legibles, contrastadas y sin grandes florituras... Bueno, que me gusta!
Esta vez no hablo de música y me ha salido la vena de mi carrera, pero es que en esto, no puedo ser imparcial.
domingo, 7 de abril de 2013
X. House Music.
Hoy en día, todo el mundo sabe más o menos que es el House, o al menos lo que el House es hoy. Por eso, me apetecía indagar un poco y descubrir más cosas sobre los orígenes de este género musical.
No voy a ser hipócrita, la wiki es una buena fuente de información, pero aún con eso, he intentado buscar cosillas por más sitios, a parte de lo que ya sabía de antes.
El "House" es un estilo perteneciente a la música electrónica, que surgió a principios de los años 80 en la zona de Chicago (EEUU). Como toda corriente musical, nació influenciada y nutrida por otros estilos, en este caso la música disco y en consecuencia, el soul y el funk. Se diferencia de sus predecesores en unos beats más marcados, fuertes líneas de bajo, la inclusión de sonidos más electrónicos (hechos con sintes) y vocales con reverb o delay. La velocidad de los temas ha ido aumentando con el paso de los años, aunque se mantiene en el rango 118 - 135 bpm. A la estructura formada por el patrón rítmico y la línea de bajo se le suelen añadir sonidos generados electrónicamente y samples tomados de géneros como el jazz, blues, disco, funk, soul o synth pop. Muchos remixes incluyen loops de cuerdas cortos y sincopados, compuestos por entre 5 y 7 acordes que entran en el famoso compás de 4 tiempos.
En cuanto a la palabra "House", hay varias teorías sobre su procedencia. Una de las más extendidas es la que se basa en el DJ Frankie Knuckles, residente entre finales de los 70 y comienzos de los 80 en la discoteca The Warehouse (Chicago). Otra de las más aceptadas involucra a otro mítico personajes como es Mr. Fingers. y es la que dice que el término fue resultado de las producciones que DJ's principiantes realizaban en sus propias casas, mediante innovaciones tecnológicas como las cajas de ritmos.
Algunos de los primeros cd's house que se hicieron:
Poco tienen que ver estos temas con lo que hoy por hoy se denomina House. Surgieron montones de subgéneros: Acid House, Deep House, Techno House, Underground House... Cada uno con sus características peculiares en cuanto a sonidos y velocidad, siendo -para cualquier persona no metida en el mundillo- fácil perderse entre tantas variantes.
A mediados - finales de los 80, se exportó el invento a Europa alcanzando gran repercusión sobretodo en el Reino Unido, donde aparecieron míticos DJ's como Kevin Saunderson o Derrick May. El Techno apareció ligado al House bajo el nombre de Dance Music, aunque sobre este otro género posiblemente saldrá alguna entrada distinta.
Llegaron los 90 y como todo lo bueno dura poco, apareció el principio del fin (o por lo menos una evolución muy discutida), puesto que el éxito comercial crecía y crecía, expandiéndose hasta la cultura pop. Aquí es donde entran Bob Sinclar, Roger Sanchez o D. Guetta. De forma paulatina, estos DJ's y productores fueron haciendo música más y más accesible para todos los oídos y el House dejo de ser algo exclusivo de los clubes, para pasar a sonar en cientos de emisoras de radio y en todo tipo de discotecas entremezclado con el pop contemporáneo.
Y de este modo llegamos a la actualidad, donde hay decenas de subgéneros, lo cual tiene su parte buena y su parte mala. Malo porque ponerle la etiqueta "House" a un tema es cada vez más complicado y bueno porque hay gran variedad de música donde elegir, sin estancarse en un top ten. Quizá ahora, si preguntamos a cualquier persona al azar un sábado noche: "Oye, ¿Qué es el House?" Seguramente nos responda que cualquier canción actual (o sea, cantadita) con una base más o menos contundente o con una buena dosis de sonidos electro (¿¿¿EDM???). Puede que no le falte razón, porque hasta las propias emisoras lo definen así, viendo lo que programan.
De todas maneras, siempre hay quienes son de la 'oldschool' y siguen pinchando y produciendo sin perder la esencia 'bombo-charles-bassline...'. Se siguen haciendo temas que, si bien no son como los de los 80, no tienen nada que ver con el fenómeno EDM, cosa que es MUY de agradecer. Es cuestión de buscar un poco por ahí y descubrir lo que a uno más le guste, puede que se hayan perdido un poco las raíces, pero aún hay esperanza.